31 DE MAYO: DÍA MUNDIAL SIN TABACO 2023

El Día Mundial sin Tabaco fue instituido por la Asamblea Mundial de la Salud en 1987. Se busca en esta efeméride mundial llamar la atención sobre la epidemia de tabaquismo y hacer conocer sus efectos letales.

El tabaquismo es, junto a las Enfermedades No Transmisibles, una epidemia prevenible a la que se enfrenta la comunidad mundial. Puede ser controlada en la medida en que los Estados garanticen los derechos de las personas e intervengan en favor de la salud de todxs por encima de los fuertes intereses económicos de la industria del tabaco.

El consumo de tabaco es la principal causa evitable de enfermedad y muerte en el mundo. En nuestro país, mueren por año más de 44.000 personas por enfermedades asociadas al cigarrillo, de las cuales 6.000 son provocadas por la exposición al Humo Ambiental del Tabaco (HAT). En la provincia de Buenos Aires, el 23,1% de la población mayor de 18 años fuma, el 27,8% se encuentra expuesta al humo en su hogar y el 24.1% en su trabajo.

El Ministerio de Salud de la Provincia está realizando desde el 29 de mayo hasta el domingo 4 de junio actividades promopreventivas para brindar información sobre la importancia de dejar de fumar y las posibilidades que brindan los equipos de salud de la Provincia para realizar un tratamiento oportuno y mejorar así la salud integral.

¿Qué hacemos en SUTEBA para ayudar a tabaquistas, independientemente de si quieren o no dejar el cigarrillo?

Los equipos de salud del primer nivel de atención son aliados fundamentales para las personas fumadoras, aunque no hayan pensado aún en dejar el hábito tabáquico.

Las intervenciones se diferencian en mínimas, breves o intensivas. Estas últimas son las que lleva a cabo el personal capacitado especialmente en cesación tabáquica. Las primeras son intervenciones de muy corta duración que van indagando sobre el tema en forma repetida y frecuente y presentándolo a quien asiste por cualquier motivo de consulta a un Centro de Atención Primaria.

De esta manera el tema se hace presente en las acciones para el cuidado de la salud y diferentes interlocutorxs pueden ser quienes ofrezcan la posibilidad de que el tema concite interés para la persona fumadora que acceda a hablar de ello, o se quede pensando luego de la intervención en la posibilidad de la cesación, aunque eso no sea inmediato.

Los equipos de nuestros Centros de Atención Primaria están capacitados para realizar estas intervenciones.

Las Unidades Móviles Preventivas del Programa SUTEBA va a la Escuela también indagan sobre el hábito de fumar y sobre la intención o intentos realizados de dejar el cigarrillo en el último período de tiempo. Estas intervenciones también contribuyen a problematizar el hábito y sus efectos en la salud.

Para la OMS este año el lema se relaciona al cuidado de la Tierra: Cultivemos alimentos, no tabaco
El cultivo de tabaco es perjudicial para nuestra salud, la de lxs agricultorxs y la del planeta. La industria tabacalera interfiere en los intentos de sustituir el cultivo de tabaco, con lo que contribuye a la crisis alimentaria mundial.

Esta campaña pretende animar a los gobiernos a poner fin a las subvenciones al cultivo de tabaco y utilizar los recursos ahorrados para ayudar a lxs agricultorxs a cambiar a cultivos más sostenibles que mejoren la seguridad alimentaria y la nutrición.

En el mundo hay 349 millones de personas de 79 países que se enfrentan a una inseguridad alimentaria aguda, una cifra sin precedentes. Muchas de esas personas residen en países de ingreso bajo y medio. Otra característica que comparten muchos de esos países es que destinan grandes extensiones de tierra fértil a cultivar tabaco, en lugar de destinarlas a producir alimentos sanos.

Los países productores de tabaco deben afrontar repercusiones económicas negativas debidas a los perjuicios sanitarios, ambientales y sociales que provoca el cultivo de este producto. En muchos casos, las divisas que se obtienen mediante las exportaciones de tabaco se utilizan para importar alimentos.

El cultivo de tabaco deteriora la salud de lxs agricultorxs y lxs trabajadorxs de las explotaciones agrícolas, y provoca la pérdida irreversible de valiosos recursos ambientales, como fuentes de agua, bosques, plantas y especies animales.

Los cultivos de tabaco afectan la calidad del suelo, generan tala de árboles, emisión de CO2 y utilización de grandes cantidades de agua. Luego, la producción de implementos plásticos que reemplazan al cigarrillo convencional también tienen su efecto en la huella de carbono.

Ese daño al planeta se suma al de tantas otras producciones por la forma en que se realizan los procesos de cultivos, cría de animales y producción de bienes en general en el mundo actual.


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