TURISMO RELIGIOSO EN SEMANA SANTA

En la publicación Cien Años de Turismo Argentino, el profesor Antonio Torrejón, especialista en temas de turismo, hace un recorrido en el que nos explica con sólidos argumentos los por qué del éxito en nuestras culturas de momentos puntuales en los que se disfruta del turismo al mismo tiempo en que se predispone hacia una actitud más reflexiva vinculada a creencias espirituales.

La “Semana Santa” de este 2011 en un país con predominio de las creencias cristianas, creemos que es oportuno recordar su momento de mayores acercamientos con dicha “fe”. Desde tiempos ancestrales, los desplazamientos por motivos de fervor y devoción religiosa han estado presentes en la humanidad, sin importar sexo, credo o estrato social.
Más allá de las creencias individuales, la fe es una expresión universal que unida a un placentero viaje dota al espíritu de extraordinarias sensaciones. El turismo religioso es una de las alternativas posibles que se presentan a la hora de recorrer la Argentina. Es un fenómeno que crece día a día sumando, a los históricos sitios de devoción religiosa, una serie de nuevas manifestaciones.
El alto grado de movilización que produce en la sociedad lo caracteriza por ser extremadamente accesible en términos económicos. Un incentivo muy atractivo que se ve enriquecido gracias a la ubicación de los distintos santuarios que, en general, coincide con muchas de las maravillas naturales del país, caso San Nicolás de los Arroyos.
El turismo religioso, puede representar una oportunidad considerable para el desarrollo de actividades turísticas, ya que a diferencia del turismo tradicional, este es recurrente y de mayor fidelidad, que las otras variables. En general hasta es útil a lo técnico del sector ya que ayuda a romper la estacionalidad.
El Secretario General de Naciones Unidas años atrás, Ban Ki-moon, inauguró en Córdoba (España), la Cumbre Internacional sobre Religión y Turismo, promovida por la Organización Mundial del Turismo (OMT) y auspiciada por el Gobierno de España.
La conferencia tuvo dos objetivos: analizar las relaciones entre turismo y religión, con el fin de optimizar sinergias e interacciones, aprovechando así el potencial del turismo para estimular y facilitar el diálogo entre culturas, civilizaciones y religiones, y , en un orden más práctico, pretende ofrecer orientaciones y recomendaciones a los gobiernos, a las autoridades religiosas y a los operadores de turismo para la sostenibilidad del desarrollo y de la gestión del turismo de motivación religiosa o asociado con sitios del patrimonio cultural. Según la OMT, “las religiones impulsan a las personas a viajar, y los viajes por motivos religiosos se han multiplicado en los últimos decenios gracias a la facilitación del transporte y a la expansión del alojamiento hotelero que han acompañado el desarrollo del turismo en los finales del siglo XX y principios del XXI”.
Entre las motivaciones creyentes que dan lugar a viajes turísticos están las peregrinaciones, las promesas, las celebraciones religiosas, las visitas a edificios o monumentos de carácter religioso y los ofrecimientos a divinidades. La tradición y la religiosidad popular se encuentran tan arraigadas, que han creado un sin número de expresiones de fervor y arte popular únicos.
En el Congreso de la Pastoral del “Turismo y del Ocio”, del año 2006, llamado "Fiestas en Memoria de Dios” se sostenía que "en la historia, la Iglesia ha estado con frecuencia, en el origen de numerosas fiestas. Ahora puede permitirse redescubrir el profundo sentido de esas fiestas y recobrarlas", explicó Jean-Marie Lévrier-Mussat, antiguo director de la Cité Saint-Pierre de Lourdes.
Las peregrinaciones a los "lugares santos", son destinos de concentración de la expresión de sus creencias, siendo motivo del desplazamiento de cientos de visitantes. A estos grupos de peregrinos, se le han incorporado diversos servicios, que motivan una mayor estancia de los mismos en estos lugares, como son museos, recorridos especiales y actividades alternas. Mientras que en otros santuarios, muchos de los servicios que se han implementado no fueron planeados, atendiendo solo a   necesidades inmediatas o básicas, pero los cuales no cuentan con estándares de calidad.
En los santuarios, donde se han desarrollado productos turísticos como ser en Lourdes, Francia, han conformado una serie de servicios en torno al principal atractivo “el santuario” cuya diversidad de productos y recorridos es en base a sus recursos patrimoniales naturales como culturales. En sí han creado, pueblos o podríamos llamar "mini ciudades santas", haciendo que el visitante tenga la sensación de estar en un sitio especial, incrementando así su estancia y derrame económico.
Los centros de culto religioso más grandes en el mundo cristiano, que atraen en total a casi 25 millones de peregrinos, el 15 por ciento de los fieles migratorios de esta religión, pertenecen a Roma con el Vaticano, Lourdes (aproximadamente 8 millones), Claro-Montana (4 - 5 millones), Fátima (4 millones) y Guadalupe en México (5 millones).
En América del Sur tenemos Luján, está en los 4 millones, resultando el lugar más visitado de la República Argentina. Tal es el caso de la tradicional peregrinación a pie a la localidad homónima, ubicada a unos 60 Km. de la ciudad de Buenos Aires, que desde hace 36 años reúne a casi 1 millón de fieles, o visitantes. Luego, la Virgen del Valle de Catamarca, que fue declarada por el Presidente Perón “Patrona Nacional del Turismo”, genera un importante movimiento de seguidores que manifiestan su devoción a esta imagen hallada en una gruta por un grupo de niñas pertenecientes a pueblos originarios, allá por 1620. Nuevos destinos del turismo religioso: el santuario de San Nicolás de los Arroyos, desde 1983 en que la Virgen realizó su primera aparición en esta ciudad ubicada a orillas del río Paraná en que transmitió su mensaje a Gladys Quiroga de Motta, una vecina del lugar cuya vida es casi un mito. El caso es que con el correr del tiempo, las apariciones continuaron y la comunidad tomó la iniciativa de construir un santuario en el lugar indicado por la propia Virgen. (Punto neurálgico del Corredor del Alto Delta Bonaerense).
También encontramos a La Virgen del Cerro en Salta, que desde hace unos años se ha montado una verdadera peregrinación de cientos de ómnibus que desde todo el país acuden a visitar y ser bendecidos. En el norte de la Patagonia, el declarado beato por el Vaticano, Ceferino Namuncurá, es también motivo de una celebración religiosa que reúne cada 26 de agosto lugar y día del nacimiento a miles personas en Chimpay, un pequeño pueblo del Valle Medio de la Provincia de Río Negro.
En todos estos destinos de “fe”, la multidisciplina del turismo, desde siempre, hizo el aporte de ayudar en un equipamiento que le permite un crecimiento con la consagrada figura de “producto turístico”.

Por Antonio Torrejón
Cien Años de Turismo Argentino - www.cienaniosdeturismo.gov.ar

 

Fecha de publicación : 03-05-2011