JUBILADOS EN ESPAÑA, PORTUGAL Y MARRUECOS: UNA EXPERIENCIA DE VIAJE QUE GUARDARÁN PARA SIEMPRE

El grupo estuvo conformado por 33 jubis que llegaron desde Chivilcoy, Florencio Varela, Morón, Vicente López, Ramallo, La Plata, Lanús, La Matanza, Ituzaingó, San Miguel y Escobar. ¡Vivieron 21 días inolvidables!


El recorrido se inició en Madrid y Salamanca. Desde allí llegaron hasta Portugal para conocer las ciudades de Oporto y Lisboa. Luego siguieron camino hacia Sevilla, Córdoba, Málaga y otras ciudades intermedias como Óbidos (Purtugal) o Cáceres en España. Después de varios días de viaje dejaron la Península Ibérica a través del estrecho de Gibraltar y pisaron continente africano llegando a la ciudad de Tánger (Marruecos) para dirigirse hacia Fez, capital de la producción artesana del país. Al arribar a Rabat visitaron los mausoleos de reyes y el palacio real, entre otros.


En Marrakech, capital turística del país, pasearon por su medina llena de contrastes en donde se comercian artesanías, comidas típicas y hasta experiencias con animales exóticos del lugar. Además, se realizó un paseo en camello y una cena típica en carpa.

Finalmente conocieron Casablanca en donde recorrieron su costa y la Mezquita Hassan II, la más grande del mundo.

Coordinados por Augusto Sarlo, del área de turismo de SUTEBA, regresaron a España para visitar la ciudad de Granada, último bastión árabe en Andalucía y conocieron La Alhambra, antiguo palacio real árabe que también fue utilizado como residencia de luna de miel por Carlos I de españa y V de Alemania, nieto de los reyes católicos. El grupo quedó deslumbrado con su espectacularidad edilicia y panorámica y también con su historia. Por la noche asistieron a un espectáculo de flamenco gitano en una cueva típica de la ciudad.

El destino final fue Madrid en donde dispusieron de tiempo para recorrer la capital española, sus parques, sus monumentales avenidas, decoradas con fuentes y árboles y sus museos (como El Prado o Reina Sofía).


El viaje permitió disfrutar tanto de la familiaridad y diversidad de la cultura andaluza y portuguesa como del contraste con las tradiciones islámicas de Marruecos. A su vez, una de las cosas más interesantes fue poder descubrir la relación y la herencia arquitectónica entre los países visitados porque, como les enseñaron durante una visita, los árabes se fueron de España pero dejaron el corazón.