Un pueblo quedado en el tiempo, una comunidad conservadora, una mujer que queda viuda y, a pesar de sus 80 años decide hacer realidad un sueño. La historia transcurre con calma. Lentamente aparecen los valores más respetados junto con las miserias humanas.
La amistad, la vejez y sus consecuencias, la religión y la política son temas que aparecen en este film, aunque de manera solapada.
En fin, una película diferente, con actores y actrices poco conocidos, (Stephani Glasser es Marta, la protagonista), pero que nos moviliza, nos hace pensar y ver más allá de lo que muestra. Una película para debatir.