Por el reconocimiento y la defensa de los derechos humanos de las personas LGBTIQNB+ en el mundo del trabajo.
En 2006 se adoptaron los Principios de Yogyakarta, un documento histórico que establece cómo deben aplicarse los derechos humanos universales en relación con la orientación sexual, la identidad y la expresión de género.
Estos principios, ampliados en 2017, son una herramienta política y jurídica fundamental para exigir igualdad, no discriminación y reparación frente a las violencias y exclusiones que vivencian las personas LGBTIQNB+.
Hoy, los Principios de Yogyakarta nos convocan a profundizar la organización y la lucha por los derechos laborales y sociales de las diversidades, reconociendo que las desigualdades por identidad o expresión de género son también desigualdades de clase.
Reivindicamos el espíritu de los Principios de Yogyakarta como parte de nuestro compromiso con los derechos humanos, la igualdad y la justicia social.
¡No hay trabajo digno sin igualdad, ni igualdad sin diversidad!