30 DE JULIO: DÍA MUNDIAL CONTRA LA TRATA DE PERSONAS

En 2013, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró al 30 de julio como el Día Mundial contra la Trata de Personas, con el objetivo de visibilizar esta grave violación a los derechos humanos e incentivar políticas públicas que enfrenten de manera integral este delito que ocurre en todos los rincones del mundo.

La trata de personas constituye una de las formas más extremas de violencia y explotación, que priva a las personas de su libertad, dignidad y derechos. Se manifiesta a través de la explotación sexual, el trabajo forzado, el tráfico de órganos y otras formas de esclavitud contemporánea. Si bien afecta a mujeres, varones, niñeces y disidencias, las estadísticas globales muestran que el 72% de las víctimas son mujeres, adolescentes y niñas, quienes resultan especialmente vulneradas por las múltiples violencias que atraviesan.

En nuestro país, la sanción de la Ley N° 26.364 en 2008, y su modificación en 2012 a través de la Ley N° 26.842 (que eliminó la figura del consentimiento en casos de explotación) marcaron un avance legislativo importante. También en la provincia de Buenos Aires, la Ley Provincial N° 14.453 del año 2013 estableció un marco específico para la prevención y erradicación de este delito.

Sin embargo, a pesar de estos avances normativos, asistimos con preocupación a la falta de políticas públicas sostenidas, integrales y con perspectiva de derechos humanos por parte del Gobierno Nacional para prevenir la trata, garantizar el acceso a la justicia y brindar una real protección y reparación a las víctimas. La desarticulación de programas, la ausencia de campañas de sensibilización masivas y la falta de articulación interinstitucional profundizan la impunidad y el abandono.

Desde la Escuela es necesario nuestro compromiso activo en la lucha contra la trata de personas, promoviendo espacios de información, cuidado y prevención. La misma es una herramienta para construir conciencia crítica, identificar las formas en que opera este delito y acompañar a lxs Estudiantes y sus familias en el ejercicio pleno de sus derechos.

En esta fecha, llamamos a no mirar hacia otro lado. Exigimos al Estado que asuma su responsabilidad indelegable de proteger la vida y la dignidad de las personas, y reforzamos el rol fundamental de las familias, la Escuela y la comunidad en la construcción de redes que protejan, acompañen y transformen.