21 DE SEPTIEMBRE: DÍA MUNDIAL DEL ALZHEIMER

En 1994, la OMS proclamó el 21 de septiembre como el Día Mundial del Alzheimer. Desde entonces, cada año en esta fecha y durante el mes de septiembre, se trabaja para contribuir a la difusión de información para la población general acerca de esta enfermedad.

Se busca de esta manera colaborar en el diagnóstico temprano, la prevención, la asistencia y cuidados adecuados para asegurar la mejor calidad de vida posible a las personas que padecen Alzheimer u otras formas de demencia.

Las demencias en general son más frecuentes en las personas mayores, con una prevalencia global del 8% en personas de más de 65 años. En el mundo antes de la pandemia eran 55 millones de personas las que padecían demencias de algún tipo. Se estima que esa cifra ascenderá en 2050 a más de 130 millones.

¿QUÉ ES EL ALZHEIMER?

La enfermedad de Alzheimer, descrita por primera vez en 1906, es la causa más frecuente de demencia en todo el mundo.

Se caracteriza por la declinación de las funciones cognitivas, a la que se añaden síntomas neuropsiquiátricos en las sucesivas fases de evolución de la enfermedad.

La capacidad de las neuronas para comunicarse entre sí se ve alterada progresivamente. La afección inicial es en las células del hipocampo, área cerebral donde la función de la memoria es fundamental. Desde allí va afectando cada vez mayor cantidad de neuronas y las conexiones entre ellas, comprometiendo su comunicación. Las células nerviosas mueren, el cerebro se reduce en tamaño y se ven alteradas la capacidad de recordar, hablar, pensar y tomar decisiones.

¿CÓMO SE MANIFIESTA?

Desde el inicio de los síntomas con afectación en la capacidad de recordar y muy poca afectación de la vida diaria y la autonomía, pasando por una fase intermedia en que se requiere ayuda intensiva para las tareas cotidianas, hasta una fase terminal de completa dependencia y afectación de la calidad de vida, el curso de la enfermedad es de unos 7 a 12 años.

¿QUÉ TRATAMIENTOS SON POSIBLES?

Se establecen tratamientos farmacológicos que enlentecen el progreso de la enfermedad, aunque no son curativos

El tratamiento con medidas no farmacológicas y de cuidado ayuda a disminuir el impacto del deterioro neurológico en la calidad de vida de las personas.

¿PUEDE PREVENIRSE?

Es mucho lo que resta por investigar acerca de esta enfermedad multifactorial. Los dos elementos principales en la probabilidad de su presentación son la edad y el componente genético. No obstante, hay medidas preventivas importantes semejantes a las que se recomiendan para evitar enfermedades crónicas no transmisibles en general y cardiovasculares en particular: "lo que resulta bueno para el corazón es bueno para el cerebro".

5 RECOMENDACIONES PREVENTIVAS:

• Evitar hábitos y enfermedades que dañan el corazón

• Mantenerse físicamente activxs

• Tener una alimentación saludable

• Entrenar el cerebro en forma permanente

• Hacer vida social intensa

En el portal del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación está disponible el acceso a un Programa de capacitación específica para llevar adelante tareas de cuidado en personas con deterioro cognitivo, Alzheimer u otras demencias: https://www.argentina.gob.ar/desarrollosocial/programas/deteriorocognitivo.