El Día Internacional para Contrarrestar el Discurso de Odio es una jornada que se celebra desde 2022. Establecido en 2021 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, lo define como todo tipo de comunicación oral, escrita o mediante conductas que ataquen o utilicen un lenguaje peyorativo o discriminatorio contra una persona o un grupo de personas.
Contrarrestar discursos de odio desde la Escuela: una tarea urgente
Vivimos en tiempos en los que los discursos de odio, la discriminación y la violencia simbólica se han vuelto parte del escenario cotidiano. Estos discursos, que se sustentan en prejuicios, estigmas y exclusiones, afectan particularmente a quienes forman parte de colectivos históricamente vulnerados: niñxs y jóvenes, personas LGBTIQ+, mujeres, personas con discapacidad, migrantes y pueblos originarios, entre otrxs. Frente a esta realidad, la Escuela tiene un lugar fundamental: ser el espacio donde se construya una cultura de paz, respeto y reconocimiento de la diversidad.
¿Cómo contrarrestar los discursos de odio?
Desde una mirada pedagógica con perspectiva de derechos, es clave:
Promover el pensamiento crítico: incentivar el análisis reflexivo frente a mensajes que circulan en redes, medios de comunicación y expresiones de figuras públicas, entre otros, para que puedan ser identificados como discriminatorios o violentos.
Generar espacios de diálogo y escucha: la Escuela debe ser un ámbito donde lxs niñxs puedan expresarse, compartir experiencias, sin miedo a ser rechazados por su identidad, orientación sexual, género o formas de vida.
Trabajar con material inclusivo y representativo: incluir, en nuestras prácticas pedagógicas, contenidos que visibilicen la diversidad corporal, cultural, afectiva y familiar.
Acompañar, contener, intervenir: cuando una situación de violencia o discriminación ocurre, no podemos minimizarla ni invisibilizarla. Debemos actuar con responsabilidad institucional y en comunidad promoviendo una reparación simbólica y concreta.
Formarnos y revisar nuestras propias prácticas: como adultxs también estamos atravesadxs por discursos sociales que pueden reforzar estereotipos. La formación continua en ESI, derechos humanos y diversidad son herramientas para enseñar desde una ética del cuidado y el respeto.
La Escuela, un espacio de ternura, de respeto y solidaridad en un mundo que muchas veces duele, puede llegar a ser el espacio que marque la diferencia para lxs niñxs y sus familias.