Hace 15 años las y los Docentes argentinos, recibíamos la dolorosa e indignante noticia del asesinato de un Maestro en Neuquén. Pronto su nombre circuló por todas las redes y portales de noticias: Carlos Fuentealba.
Por la tarde de ese 4 de abril de 2007, una frase que se multiplicó por miles y se iba a transformar en la bandera de nuestra lucha: "Las tizas no se manchan con sangre".
Desde ese mismo día, ATEN, entidad de base de CTERA en Neuquén, se puso al frente de la lucha, junto a Sandra y sus hijas. Nuestra organización, junto a la CTA, la IEAL - Internacional de la Educación para América Latina- y la IE -Internacional de la Educación -, puso todo su compromiso para que se hiciera Justicia. Las entidades docentes de todo el mundo, nucleadas en la Internacional de la Educación, se movilizaron a las embajadas argentinas de sus respectivos países para exigir Justicia; del mismo modo que el Congreso Internacional que dicha organización realizó en nuestro país, sesionó bajo el nombre de Carlos Fuentealba.
Lo que pasó ese 4 de abril en Arroyito, donde las y los Docentes neuquinos reclamaban por sus derechos, fue la muestra cabal de que la derecha, ejerciendo una represión descomunal y salvaje, no tolera los reclamos y las luchas de las y los Trabajadores.
Desde ese triste día hasta hoy, no hemos dejado de acompañar, con paros, movilizaciones nacionales y provinciales, jornadas de protesta, firma de petitorios, radios abiertas, festivales con músicos, entre otras acciones, la lucha de ATEN, Sandra y su familia; y del mismo modo, hemos estado presentes en las audiencias judiciales.
Las y los Maestros han impulsado en las Escuelas de todo el país la realización de murales, monumentos, canciones; así como también se le ha puesto el nombre de Carlos a Escuelas, bibliotecas, salones, plazas, y calles, entre otros.
Cada año que se cumple un nuevo aniversario del asesinato de Carlos, la CTERA se suma a las acciones que ATEN realiza en su provincia, recordando la presencia de todos los Sindicatos Docentes del país en el paro nacional y la multitudinaria movilización el 4 de abril de 2008.
Queremos destacar el invalorable compromiso de los organismos de Derechos Humanos: Madres, Abuelas, HIJOS, el CELS, entre tantos, que pelearon codo a codo junto a nosotros durante todos estos años.
La presión ejercida por el conjunto de estas acciones posibilitó que el asesino material de Carlos esté, desde el 2007, en la cárcel, condenado a cadena perpetua.
Pero la Justicia no fue completa: ni el gobernador Sobisch, que dio las órdenes, ni los altos mandos policiales han sido juzgados y condenados, cuestión que visibiliza el pacto entre el poder político y judicial neuquino.
Ante esta situación, hemos recurrido a la Corte Suprema y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, donde se sentaron las bases para que este crimen no quedara impune. Todo esto provocó que en noviembre de 2021 la Justicia de Neuquén fallara a favor de que se avance en el juicio a todos los responsables de la represión en Arroyito.
El incansable coraje y compromiso de Sandra sostuvo la lucha ante las innumerables adversidades y retrocesos. Ha puesto el cuerpo y el corazón en esta batalla contra la impunidad. Vaya nuestro abrazo a ella y sus hijas, que forjaron este presente más justo.
A 15 años del asesinato de Carlos, la lucha por Memoria, Verdad y Justicia sigue siendo nuestro objetivo.
Desde CTERA seguiremos luchando para que se haga Justicia completa.
¡Carlos Fuentealba Presente!