1º DE MAYO: SEMANA ROJA

El 1º de mayo de 1909, la FORA y el Partido Socialista (PS) convocan a actos separados. El acto del PS, que se realizó en Constitución, transcurrió con normalidad, pero el acto de la FORA, en Plaza Lorea, fue severamente reprimido bajo las órdenes del Coronel Ramón Falcón, dejando un tendal de doce muertos y ochenta heridos. A partir de allí, se desencadenan una serie de acciones represivas conocidas como "Semana Roja".

Se ordenó el cierre de locales sindicales y el arresto de dieciséis anarquistas. En respuesta, todas las organizaciones (FORA, UGT y PS), que habían decidido accionar en forma conjunta, llaman a una huelga general que fue total y duró una semana. El 4 de mayo, alrededor de 60.000 personas se congregaron frente a la morgue esperando la entrega de los cadáveres. En un acto sin precedentes hasta ese momento, pero que se tornará una tradición de aquí en adelante, la policía arrebató los féretros a los familiares para impedir que se concretara el multitudinario cortejo fúnebre. Mientras tanto, en la Casa Rosada, se felicitaba al Coronel Falcón.

El 8 de mayo la huelga sigue y el Gobierno de Alcorta acepta negociar con el comité de huelga conformado por FORA, UGT y PS. Logran que por primera vez en nuestra historia un Gobierno pacte con los obreros.

Seis meses más tarde, el 14 de noviembre, Ramón Falcón es ajusticiado por Simón Radowitzky, un militante anarquista de origen ruso que, huyendo de las persecuciones zaristas, llegó a la Argentina en 1908. Apresado y torturado en dependencias policiales, no le aplicaron la pena de muerte por ser menor de edad. Se lo condenó a prisión por tiempo indeterminado y confinado en el penal de Ushuaia.

En 1910, la FORA anarquista lanzó una huelga general para la semana de mayo y realizó una manifestación que reunió a 70.000 personas frente a la penitenciaría de la calle Las Heras. La gente pidió la liberad de los presos sociales, entre ellos, Simón Radowitzky.

Veinte años después, en 1929, fue indultado por Yrigoyen en su segundo mandato. La represión policial cayó duramente sobre el anarquismo con detenciones, persecuciones y deportaciones.

Fuente: Libro "Clase Trabajadora, nuestra historia".