La decisión del alto tribunal obliga a la Justicia a reanudar la investigación contra el ex ministro de Economía de la dictadura, quien encarnó la cara civil del golpe militar, por el secuestro extorsivo del empresario algodonero Federico Gutheim y su hijo Miguel, ocurrido el 5 de noviembre de 1976, que por tratarse de un delito de lesa humanidad –recordaron los jueces supremos– no prescribe. El fallo firmado ayer también invalidó el perdón presidencial que Carlos Menem concedió al dictador Jorge Rafael Videla y al ministro del Interior, Albano Harguindeguy, ambos detenidos.

Mas lento, mas despacio, las causas por la represión ilegal de la última dictadura militar, van llegando a buen puerto. La constancia, la coherencia y la memoria de un pueblo, son la mejor arma para enfrentar este tipo de situaciones límite. Y es gracias a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, junto a todas las organizaciones civiles de Derechos Humanos, que vamos llegando a estos rumbos.


Dijo el ex ministro de Economía de Videla: "La trampa es obvia. Pero en la Argentina de hoy, con sus instituciones degradadas, el Estado de Derecho reducido a una mera apariencia y un gobierno que continúa promoviendo abiertamente el enfrentamiento entre los argentinos, no parece que existan frenos institucionales que contengan la ensañada y larguísima persecución en mi contra, que no tiene precedentes en el país", El integró un gobierno militar votado por nadie (solo apoyado por los grupos económicos que justamente Martínez de Hoz representaba), sin Congreso, con detenciones y desapariciones clandestinas, sin juicios, con fusilamientos enmascarados en combates o intentos de escape de prisiones, con apropiaciones de personas y bienes de las víctimas del terrorismo de Estado y un montón de situaciones ilegales mas. El dice que lo persiguen. Tiene razón. Sus crímenes no pueden quedar impunes. Nuestro pueblo, y sobre todo nuestros desaparecidos, merecen justicia.