21/08/2013
No sólo se realizaron movilizaciones y paros nacionales, medidas que se tomaron en los primeros momentos del asesinato de Carlos, también se mantuvo una campaña sistemática con el fin de lograr que se condene no solo al autor material del asesinato, sino también al autor intelectual. En principio fue el cabo Poblete el penalizado, cosa que se produjo en términos bastante rápidos, para lo que son los tiempos de la justicia argentina. Este resultado tuvo que ver con la lucha de la docencia neuquina, pero también con el acompañamiento muy fuerte que se hizo desde todas las organizaciones de base de la CTERA. Se realizaron una cantidad innumerable de acciones de difusión, de trabajo con los estudiantes, es más, hasta de un trabajo de términos, yo diría culturales como por ejemplo poner el nombre de Carlos en aulas, bibliotecas, escuelas, plazas, también en murales, afiches, exposiciones fotográficas y videos en todo el país. El trabajo fue muy intenso de modo que permanezca muy vigente esta lucha. De este modo logramos que en la actualidad esté abierta la causa Fuentealba II, que pretende,nada más y nada menos que sentar en el banquillo de los acusados a toda la cadena de mandos, cuyo vértice es el ex gobernador Sobisch.
Recientemente la lucha de Sandra de Fuentealba y todo su equipo de abogados logró que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos tome el caso ante la negativa de justicia de Neuquén, significa que la Comisión Interamericana analizará el caso con toda su documentación y antecedentes, y determinará si la Corte Interamericana, que es la instancia superior, se aboca y dictamina. Esos dictámenes son vinculantes por lo tanto se deben ejecutar, están referidos a la negación de justicia ante un caso de esta naturaleza, sabemos que hay precedentes. Nosotros estamos acompañando este proceso, pero además en estos momentos tenemos que señalar que la CTERA se ha hecho cargo de pagar los honorarios del estudio Palmieri, que es quien lleva a cargo todas estas acciones para que se pueda, efectivamente, condenar a los responsables políticos e ideológicos.
Nos parece importante señalar que Sobisch jamás se arrepintió de lo sucedido, es más lo reivindicó y se puso como ejemplo de alguien que podía controlar la protesta social aquel día en Arroyito, Neuquén. Por eso es muy importante que Sobisch sea procesado y condenado, pruebas hay y son muchísimas, porque sería la primera vez que se logre que algún responsable político de estos asesinatos, como fueron los de Pocho Lepratti, los de Kosteki y Santillán, sean condenados. Por todo esto estamos muy empeñados en esta causa y por supuesto vamos a ir hasta las últimas consecuencias, hasta obtener justicia completa.
Por Stella Maldonado
Secretaria General de CTERA
