22 DE AGOSTO: A 51 AÑOS DE TRELEW

El 15 de agosto de 1972, veinticinco presxs políticxs, militantes de diversas organizaciones armadas (ERP, FAR, Montoneros y Descamisados) se fugaron del Penal Militar de máxima seguridad de Rawson y recorrieron 21 kilómetros hasta llegar al Viejo Aeropuerto de Trelew, con el objetivo de llegar a Chile, donde solicitarían refugio político al Gobierno de Salvador Allende.

Solo seis lograron tomar el vuelo hacia el país trasandino. Lxs diecinueve restantes son detenidxs y conducidxs a la Base Aeronaval Almirante Zar, en Trelew, dependiente de la Armada y, en la madrugada del 22 de agosto, la guardia lxs obliga a salir de sus celdas y son asesinadxs: Carlos Astudillo, Rubén Pedro Bonnet, Eduardo Capello, Mario Emilio Delfino, Alfredo Kohon, Susana Lesgart, José Ricardo Mena, Clarisa Lea Place, Miguel Ángel Polti, Mariano Pujadas, Carlos Alberto del Rey, María Angélica Sabelli, Humberto Suárez, Humberto Toschi, Alejandro Ulla y Ana María Villarreal de Santucho, son fusiladxs por un grupo de marinos al mando del Capitán Sosa, acusado por ser el ejecutor de la masacre.

Dieciséis de ellxs mueren por los disparos recibidos y tres quedan gravemente heridos. Días después, durante el velatorio de algunxs de ellxs, irrumpe en la sede del Partido Justicialista, en Avenida La Plata (Ciudad Autónoma de Buenos Aires), la guardia de Infantería con tanquetas comandadas por uno de los que luego sería el fundador de la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina); el Comisario Alberto Villar, secuestrando ataúdes y reprimiendo a lxs asistentes.

Lxs tres prisionerxs que lograron sobrevivir, luego del golpe de 1976, fueron secuestradxs y aún continúan desaparecidxs: Alberto Miguel Camps, María Antonia Berger y Ricardo René Haidar.

En 2012, los responsables de los fusilamientos, los ex marinos Luis Sosa, Emilio Del Real y Carlos Marandino, fueron condenados a prisión perpetua por el Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia, considerando a "la Masacre de Trelew" como un delito de lesa humanidad.

Recientemente, el ex marino Roberto Bravo fue declarado responsable de los crímenes ejecutados en la base Almirante Zar. Un jurado popular en la Corte del sur de Florida determinó que fue Bravo quien llevó adelante los fusilamientos de Eduardo Capello, Rubén Bonet y Ana María Villarreal de Santucho y el intento de ejecución extrajudicial de Alberto Camps.

Lxs Trabajadorxs de la Educación continuamos con el compromiso en la construcción colectiva de nuestra Memoria, con Verdad, para exigir Justicia y seguir profundizando el camino hacia una patria justa, libre y soberana, por una Escuela Pública, popular, democrática y con una profunda perspectiva de Derechos Humanos.

¡Hoy todxs ellxs están presentes en nuestra Memoria y en cada lucha que lleva la impronta de lxs Trabajadorxs!