SUTEBA RECUERDA A LA COMPAÑERA A 40 AÑOS DE SU DESAPARICIÓN

MARÍA ELOÍSA: ¡PRESENTE!

11/11/2016

María Eloísa pasó su infancia en Las Heras, pueblo cercano al partido de Merlo. Fue la segunda hija de cuatro hermanos, creció dentro de una familia sin apremios financieros y, a pesar de no conocer privaciones, Eloisa desde la adolescencia comenzó a demostrar su rechazo a la opulencia y a estar del lado de aquellos que sufren las injusticias cotidianas.

Su familia cuenta: "A ella ya le interesaba esto de ayudar a los 15 años. Creo que tenía tres jeans en ese momento, era algo que tenían sólo los ricos. Agarró un día los jeans, se fue a una villa y empezó a repartir. Después mi abuela la quería matar".

La escuela secundaria, sus últimos dos años, los realiza en el colegio Word de Ramos Mejía y es allí en donde conoce al que luego será su compañero y padre de sus hijas, Constantino Petrakos, hijo de inmigrantes griegos que estaba pupilo en la escuela.
Su hija nos lo describe: "Lo adoraban todos sus compañeros, tenía una personalidad muy fuerte, muy carismática. Cuando estaba en cuarto año lo echan del colegio; el colegio entero hizo una sentada y lo tuvieron que reincorporar, cosa completamente insólita en el ámbito. No hay persona que haya ido al colegio que no lo recuerde. Era muy querido, muy también de violar las reglas, muy rebelde".

Estudiante de agronomía en la U.B.A, Eloísa comienza a militar en el ERP. Tiene a su primera hija, María Clara, y empieza a trabajar como maestra de música en nuestro partido en el barrio El Palomo.
El 11 de noviembre de 1976 fue secuestrada en pleno medio día a la salida del jardín. Seis horas después del secuestro, los represores fueron a la casa de la familia a buscar al esposo de la víctima, Constantino Petrakos, a quien no encontraron.
Para realizar el procedimiento llevaron con ellos a la detenida María Eloísa. María Alejandra Castellini, su hermana, recuerda que su "estaba esposada y lastimada en la boca a causa de las torturas".

Cuando fue secuestrada, María Eloísa estaba embarazada de su segunda hija. Se sabe por testigos que dio a luz una niña en el "Pozo de Banfield" y que le puso de nombre Victoria. Ella es aún uno de los tantos hijos desaparecidos, apropiados por los militares.

Su hija Clara comenzó hace años una campaña intentando dar con su hermana, cadenas de mail circulan pidiendo que aquellos que posean dudas sobre su identidad o que tengan datos sobre algún niño llegado a una casa de forma extraña, hable y se pueda por fin dar el postergado encuentro entre Clara y Victoria.

Constantino Petrakos, compañero de María Eloísa, también cayó en manos del estado terrorista en una fecha desconocida y no se poseen datos de los lugares en donde estuvo detenido.

A 40 años de su desaparición, desde SUTEBA recordamos a María Eloísa y exigimos por ella Memoria, Verdad y Justicia.

30.000 compañeros desaparecidos: ¡PRESENTES! Ahora y siempre.