30.000 Compañeros Desaparecidos: Presentes.

EL PUEBLO LAS ABRAZA

Hoy se cumplen 2.000 rondas, luego de la orden de "circular" que recibieron aquél día y a la que respondieron empezando a caminar al rededor de la Pirámide de Mayo.

11/08/2016

Un jueves más de los tantos de su lucha. Y, nuevamente, uno que sirve para gritar más alto, todos juntos: ¡NUNCA MÁS!

En estos duros tiempos que estamos viviendo, en los que vemos y denunciamos la intención de desconocer la larga historia de lucha y resistencia, es necesario enarbolar y defender como siempre y más que nunca las banderas de MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA.

Por eso estamos hoy en la plaza: para abrazar a las Madres que nos muestran, con su ejemplo y entereza, cuál es el camino.
Desde su creación, tanto el SUTEBA como la CTERA, acompañan a las Madres. En este aniversario, con una fuerte embestida por parte del poder judicial, estamos en la marcha n° 2000 con la insignia de los Derechos Humanos bien en alto.

La Secretaria de Derechos Humanos del Sindicato, Rosana Merlos, relata: "Son 2000 marchas exigiendo justicia por nuestros 30.000 desaparecidos, en un momento muy particular. Hoy en día los genocidas están volviendo a prisión domiciliaria y el presidente se da el lujo de decir que 'no sabe si fueron 30.000'. Pero el pueblo está dando la respuesta que tiene que dar: acompañando estas 2.000 marchas que son un símbolo que trasciende, no sólo en nuestro país, sino en el mundo entero".

Con cantos de fondo de una Plaza repleta y la emoción a flor de piel, la Secretaria General Adjunta, Cecilia Martínez, suma sus palabras: "Las Madres son un símbolo que ya trasciende la lucha contra la Dictadura Militar. Son ejemplo de dignidad y de valentía, y tienen un compromiso con los Derechos de todos los Trabajadores, con los Derechos Populares. Ese también ese el compromiso que tiene nuestro Sindicato: pelear contra el neoliberalismo, contra las políticas de ajuste y la destrucción de la Escuela Pública".
Por su parte, la compañera Sandra Fuentealba sumó su voz: "Estos diez años de lucha para que se haga justicia por mi compañero Carlos Fuentealba me permitieron acercarme a las Madres desde el lugar del dolor. A pesar de esto, el mensaje tiene que ser otro: defender las conquistas sociales, la Educación Pública y todos los Derechos, en especial los Derechos Humanos".

Las Madres se van rodeadas de abrazos, de fuerza, de lucha. Se van con una Plaza repleta que corea por ellas y por sus hijos… por un pueblo que grita y pide por él mismo.
Se van, sí… pero se quedan. Como cada jueves, como cada año, como cada día.
Marcadas a fuego en la historia de nuestra Argentina. Imborrables. Presentes en cada Plaza y en cada Escuela.
Presentes: ahora y siempre.